Creo que una de las cosas en que voy creciendo con los años de vida religiosa, es -no sé si ya lo puse- en sentir fuerte la fraternidad. Pero no me refiero solamente a el ser hermanas entre nosotras, sino con todos.
Hay quien siente que los religiosos somos 'separados'...
En lo personal, lo siento y lo vivo justo al revés, me parece que puedo, y vivo, mucho más cerca de cada persona y de todos; una de tantos y muy del montón en el lindo sentido. Y también que los otros nos ven así. Nos reciben en todos lados como si fuésemos de casa.
domingo, 14 de marzo de 2010
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